Recuerdo que cuando era niño me encantaba oìr de todos aquellos que sobrevivìan a una maldiciòn; y tomaba por cierta la maldiciòn de Tutankamòn.
Ahora las cosas han cambiado aunque me siguen gustando ese tipo de relatos, no los tomo en serio; y si estoy haciendo una busqueda de una maldiciòn primero pienso en todas las posibilidades cientìficas y realistas, antes que creer en esas leyendas.
Las maldiciones egipcias son muy similares a las de otros culturas y su objetivo fueron asustar a los ingenuos y a los habitantes de una ciudad y un tiempo especìficos. Es obvio que no podemos tomar en serio las maldiciones egipcias o las leyendas negras de Inglaterra, Francia, Alemania, Belgica, Suecia o de otro lugar.
En Historia todo tiene una explicaciòn lògica sino son solo cuentos que distorsionan la verdad y la razòn.
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