Se Considera que tenía la más grande colección de libros del mundo antiguo, así como un magnífico museo; Todos los barcos que atracaban y llevaban liubros eran copiados para acrecentar la sabiduría de ese centro de investigación. Fundada por el rey egipcio Tolomeo I Sóter (de origen griego), en la ciudad de Alejandría, fue ampliada por su hijo Tolomeo II Filadelfo a principios del siglo III a.C. Los eruditos encargados de la biblioteca eran los hombres más capaces de la Alejandría de la época. Zenódoto de Éfeso, cuya especialidad era la clasificación de poesía, fue el primero en obtener el cargo de bibliotecario. El poeta Calímaco realizó el primer catálogo general de sus libros y aparentemente también trabajó como bibliotecario. Los dos bibliotecarios más notables fueron Aristófanes de Bizancio (c. 257-180 a.C.) y Aristarco de Samotracia (c. 217-145 a.C.), ambos grandes redactores y gramáticos. Bajo el reinado de Tolomeo II, la biblioteca principal, en el Museo de Alejandría, al parecer contenía cerca de 500.000 volúmenes o rollos, mientras un anexo en el templo.
Se dice que cuando un viajante llevaba un pergamino (libro de la época) debía dejar que fuera copiado por los miembros de la biblioteca.
La Biblioteca de Alejandría fue casi destruida en su totalidad en varias ocasiones. En el 47 a.C., durante la guerra civil entre Julio César y los seguidores de Pompeyo Magno, César fue asediado en Alejandría; un incendio que destruyó la flota egipcia se extendió a algunos depósitos de libros y aproximadamente se quemaron 40.000. Según la leyenda, la Biblioteca fue destruida por el fuego en tres ocasiones: en el 272 d.C. por orden del emperador romano Aureliano; en el 391, cuando el emperador Teodosio I la arrasó junto a otros edificios paganos, en el 640 por los musulmanes bajo el mando del califa Omar I (c. 581-644) y finalmente lo poco que quedaba se perdió en las cruzadas por los cristianos.
Con la idea de que Egipto volviera a tener una vez más una biblioteca tan grandiosa como la desaparecida, se planeó en 1987 un ambicioso proyecto cultural: construir una nueva biblioteca en la ciudad de Alejandría para recuperar así un enclave mítico de la Antigüedad. Para llevar a cabo semejante proyecto se unieron los esfuerzos económicos de diversos países europeos, americanos y árabes, más el gobierno de Egipto y la UNESCO. El presupuesto en aquel año fue de 230 millones de dólares. Las obras empezaron el 15 de mayo de 1995 y se terminaron el 31 de diciembre de 1996, al año siguiente se abrió al público, se calcula que esta nueva biblioteca puede albergar hasta unos veinte millones de libros.
Esta fue construida a Pocos metros de la antigua biblioteca, esta a Inclinada 16 grados hacia el mar y fue diseñada de tal modo que, gracias a la combinación de vidrio y aluminio, puede controlar y proyectar rayos de luz hacia el Mediterráneo, en conmemoración del Faro de Alejandría. La pared exterior fue hecha con granito de Asuán, y decorada con bajorrelieves caligráficos en un gran número de lenguas diferentes.
Once niveles en total –cuatro de ellos debajo del nivel de la calle– conforman el edificio. Una sala de lectura decorada con madera noble permite el ingreso de unas 2000 personas con total comodidad, lo que la convierte en la más grande del mundo. Actualmente dispone de unos 200.000; la mayoría de ellos son donaciones. Hay unos 50.000 mapas, 10.000 manuscritos, 50.000 libros únicos y además ejemplares del mundo moderno, con unos 10.000 archivos multimedia de audio y 50.000 visuales. Todo esto lo dirigen y supervisan unos 600 funcionarios.