sábado, 25 de julio de 2009

MOISES, RAMSES II Y AKENATÓN



Cuando hablamos del èxodo nos imaginamos a Moises cruzar por el mar Rojo  siendo perseguido por Ramsès II.

Nosotros, o màs bien quienes nos dieron catecismo, quienes nos enseñaron Historia y las películas de Hollywood sostuvieron (y en algunos casos aùn sostienen) que Ramsès II fue el faraòn que mandò a perseguir a Moises y a los judios liberados, pero ¿realmente esto es cierto?

Primero habrà que revisar porque dedujeron eso los que plantearon a Ramsès como faraòn en la època de la libertad de los hebreos.

El centro de todo para la informaciòn de estos hechos es la Biblia, fuera de la Biblia no existe una referencia històrica directa a este hecho; por lo cual esto se convierte en un tema muy complicado, ademàs hay que entender que la Biblia no es un libro històrico, es una composiciòn de libros, en donde se nos habla de Dios, no necesariamente histórica, esto ha provocado muchas hipótesis, sin duda la que más ha fascinado es que el faraón en turno fue Ramsés II.

 Pero vayámonos por partes, ayer terminé de ver la película el Príncipe de Egipto, al ser una película de caricaturas, los escenarios son como se los imagina el dibujante y pueden ser tan complejos como se lo proponga. Dentro de estos escenarios, ocurre algo que si realmente existiera nos ahorraría mucho trabajo y nos daría un entendimiento más amplio (históricamente hablando) sobre este tema; Mientras Moisés duerme sueña que el es un relieve y que es perseguido por el faraón y su ejército, al correr mira a su mamá ponerlo en una canasta y ve como esta surca el agua, apenas esta se mueve los soldados del faraón persiguen a Moisés, este en su carrera cae junto a unos recién nacidos al río infestado de cocodrilos, cuando Moisés se levanta corre al palacio y ve a su padre adoptivo dar ordenes para matar a los hebreos recién nacidos, sin embargo al menos en las ruinas de Sethi y en los edificios de Ramsés no hay evidencia de esto (fue imaginación del dibujante, para que la escenografía fuese más creíble y para darle carácter a los sucesos por venir).

Ahora analicemos algunas partes del éxodo. Éxodo 1 v 8, 9, 10 y 11

Un nuevo rey gobernó a Egipto. Este no sabía nada de José y dijo a su pueblo.

Fíjense que los hijos de Israel forman un pueblo más numeroso
y fuerte que nosotros; por esto tomemos precauciones contra él
para que no siga multiplicándose, no vaya a suceder que si estalla
la guerra, se una a nuestros enemigos para luchar contra nosotros
y así salir del país.

Entonces les pusieron capataces a los israelitas, haciendo pesar sobre sus hombros
Duros trabajos y así edificaron para Faraón las ciudades de almacenamiento Pitom y Ramsés.

Aquí vemos dos cosas importantes, la primera es que a partir del versículo 11 el gobernante de Egipto será llamado faraón, y no llevará su nombre, esto puede ser porque la Torá y la Biblia más allá de simples libros históricos, son libros con fuertes preceptos morales, propios de dos grandes religiones el judaísmo (la misma que practicaba Jesús) y el cristianismo (entiéndase por cristianismo, todas las creencias que siguen a Cristo) y su función va más allá de servir como un simple registro histórico.

El segundo punto son las ciudades, algunos historiadores en su afán por calzar la historia a sus creencias redujeron las 2 ciudades a una, es decir Pi Ramsés (en ese caso desaparecería Pitom) Para dar el argumento de que se trata de Ramsés el faraón que causo todos los males a Egipto y se opuso a Moisés, sin embargo fuera de teorías no pueden dar pruebas físicas, porque no las hay; creo necesario detenerme en cada personaje resaltando sus logros
para intentar develar el misterio del éxodo.

Por obvias razones el primer personaje al que le daremos una revisada será Moisés.

La historia de su vida se relata sobre todo en los libros Éxodo y Deuteronomio del Antiguo Testamento. Al parecer, nació en Gosén tres lugares situados en Egipto o en Palestina reciben este nombre; Gosén fue la región del antiguo Egipto en la que se asentaron los israelitas desde la llegada de su patriarca Jacob hasta el éxodo (Gén. 45-47; Ex. 8-9). A la sazón, los judíos residentes en Egipto se hallaban esclavizados por el faraón, poco antes del nacimiento de Moisés, el faraón había ordenado dar muerte a todos los varones hebreos recién nacidos. Para salvar a su hijo, su madre lo colocó en una cesta de papiro que lanzó al Nilo, episodio que fue observado por su hermana Miriam (Éx. 2,4; Núm. 26,59). Fue rescatado de las aguas por la hija del faraón, que le crió como si fuera su hijo. Ya adulto, Moisés mató a un egipcio que a su vez había azotado a un esclavo judío, por lo que hubo de huir de Egipto. En el exilio, fue pastor toda su vida. Yahvé, el dios de los hebreos, se le apareció en una zarza ardiente y le ordenó volver a Egipto para salvar a su pueblo de la esclavitud. Una vez allí, debía guiarlos hacia la tierra de Canaán, más tarde denominada Palestina, donde debían instalarse de forma permanente. Para ayudarle en el proyecto, Yahvé otorgó a Moisés el poder de realizar milagros.

Ramsés II

(1298-1235 a.C.), tercer gobernante de la XIX Dinastía, hijo de Seti I. Durante la primera parte de su reinado Ramsés luchó para recuperar el territorio en África y al oeste de Asia Menor que Egipto había poseído durante los siglos XVI y XV a.C. Sus principales oponentes fueron los hititas, poderoso pueblo de Asia Menor, contra quienes libró una larga guerra. La batalla principal de esta guerra se produjo en el 1296 a.C. en Kadesh, al norte de Siria, y Ramsés la consideró como un gran triunfo. Sin embargo, ninguna de las dos potencias obtuvo una victoria decisiva, y en el 1283 a.C. se firmó un tratado según el cual las tierras en litigio se dividían y el faraón egipcio acordaba contraer matrimonio con la hija del rey hitita.

Akenatón

también llamado Neferkheperure, Ajenatón, Ajnatón o Amenofis IV (Amenotep IV en egipcio Antiüo), faraón de Egipto (c. 1350-1334 a.C.). Ajnatón, hijo de Amenofis III y Tiy y marido de Nefertiti, fue uno de los últimos soberanos de la XVIII dinastía del Imperio Nuevo y destacó por adoptar y eventualmente identificarse con Atón, o Aten, dios solar o disco solar, al que consideraba como un espíritu universal omnipresente y el único creador del Universo, colapsando así la religión milenaria politeísta de los egipcios; algunos eruditos le han considerado el primer monoteísta y creen que el concepto de un dios universal, predicado por los profetas hebreos siete u ocho siglos después en la tierra en la que una vez gobernó Akenatón, procede en parte de su culto.

Bueno tenemos una idea del carácter de Moisés, pues la Biblia nos cuenta que necesitó de su hermano Aarón para dirigirse a los egipcios y hebreos, asi que era algo tímido pero obstinado en sus deberes, por eso fue llamado a realizar esa tarea.

Ramsés II sin duda uno de los faraones más destacados, su fama trasciende aún hoy en día, y no es para menos, pues logro el primer tratado de paz (al menos el primero con referencia escrita), ahora bien la batalla de Kadesh no la ganó, en realidad fue un empate, pero al mundo le dejo su visión, quizás pensada como un político, una propaganda que le sirvió pues nadie se metió con Egipto en su largo reinado.

Akenatón, un faraón al que en estos tiempos lo calificaríamos como timorato, inspirado en el dios personal de su padre Amenofis III tomó al dios Atón (el disco solar) y lo elevo como dios principal, aboliendo el culto a los demás dioses y a los sacerdotes, y tanto él y como Nefertiti se presentaron como únicos mediadores entre el mundo humano y el espiritual, murió de forma misteriosa.

La teoría de muchos egiptólogos y la mía también es que el faraón de Moisés es precisamente Akenatón, revisemos los hechos, originalmente Akenatón era politeísta, sin embargo al quinto año de reinado eso cambió; por otra parte la Biblia dice que Moisés hablaba con su hermana Miriam, asi que bien pudo influir Moisés en Akenatón, además los dos proclamaban el amor como credo y además la muerte de Akenatón es más apegada que la muerte natural de Ramsés a la historia del éxodo; Thomás Rook escribió una novela en donde sitúa al joven faraón escuchando los relatos de los hebreos y prácticamente quedó embelesado con esa figura,

Ademàs de esto Akenatòn fue un fiero defensor de la monogamaia, fue el primero en llamar hermanos a hombres y animales; ademàs sus versos se parecen a versos escritos por los primeros cristianos o mucho tiempo después por el seràfico San Francisco (que apenas podía leer y escribir).

Los salmos 18 y 104 tienen ideas muy parecidas al llamado himno de Atón; esto por si sólo no demuestra nada, pudieron tener por separado esa idea, pero los hechos nos cuentan otra cosa, es verdad no hay una sola talla que nos cuente la historia de Moisés, tál y como muchos de nosotros la canocemos, pero también es cierto es que la falta de evidencia no prueba la ausencia de un hecho especifico, si bién es cierto que es una creencia personal que comparto con expertos, también es cierto que la ciudad que mandó a construir Akenatón luego de haber reparado monumentos antiguos y construir otras edificaciones (se presume otra ciudad) fue arrasada y sus restos utilizados por faraones posteriores o apiladas para que el clima y los hombres las destrozaran, por tanto si Akenatón contó en esos muros que tuvo un hermano que fue su visir o que alguna vez su padre o abuelo mandaron matar israelitas recién nacidos, es probable que tardemos en saberlo o que siempre se quede como incógnita 

Desde mi perspectiva la conversión de Akenatón fue primero por  política para restarle fuerza al clero de Amón (dios que se había fucionado con Ra y por tanto era ya el dios principal) que prácticamente le iba restando poder al faraón, para finalmente hacerlo por convencimiento, al menos encuentro en sus creencias demasaiadas similitudes con la fe hebrea, pilar de la cristiana; es cierto que adoraba al sol, pero lo hacia pensando en la bondad del hombre, un concepto revolucionario tanto en su época como en la nuestra.